Por qué no deberías esperar al 1 de enero para empezar a trabajar en tus metas
Las festividades y celebraciones pueden tentarnos a pausar o postergar nuestra rutina de nutrición y ejercicio, pero ¿Y si te dijera que no hace falta esperar al 1 de enero para retomar o comenzar un estilo de vida saludable? ¡El momento es ahora! Despídete de la típica idea de postergar tus metas saludables hasta el 1 de enero. Aquí te doy todas las razones para que inicies hoy mismo, sin esperar al nuevo año. Cada día cuenta, y dar el primer paso hoy te sitúa en el camino hacia un estilo de vida que va más allá de fechas concretas y de la búsqueda de la perfección: Lo que realmente cuenta es el progreso El viaje hacia un estilo de vida saludable es un proceso continuo. Cada pequeño cambio que hagas ahora se suma a un progreso significativo cuando llegue el nuevo año. ¡Celebra cada victoria, sin importar lo pequeña sea! Establecer metas específicas para el 1 de enero puede generar la falsa creencia de que todo debe ser perfecto a partir de ese día. En realidad, la perfección no es sostenible a largo plazo. Comenzar ahora te permite progresar de manera realista y mantener un enfoque más equilibrado. Te impulsará a construir hábitos duraderos La formación de hábitos saludables es algo gradual y continuo. Cada elección consciente que hagas contribuye a la construcción de un estilo de vida saludable y sostenible. Al transformar estas elecciones en hábitos diarios, no solo experimentarás éxito a corto plazo, sino que también garantizarás resultados a largo plazo. La clave radica en la consistencia y la perseverancia, y comenzar ahora es el primer paso hacia la consolidación de hábitos que mejorarán significativamente tu bienestar. Entiende la vida como una maratón, no una carrera. Aprovecha tu motivación actual Si sientes la chispa de la motivación en este momento, ¡hazla trabajar a tu favor! Comenzar tu viaje hacia un estilo de vida saludable cuando te encuentras más motivado te sitúa en una posición de fuerza. No dejes que esa energía se disipe; en cambio, canalízala hacia pequeños pasos prácticos y sostenibles. Transforma esta motivación en hábitos saludables y duraderos que te impulsen más allá de la temporada festiva. Disfruta de un diciembre equilibrado La noción de restringirte en enero puede llevarte a excederte en diciembre, como si esta fuera tu última oportunidad para disfrutar con plenitud de tus comidas. Sin embargo, la clave está en disfrutar de las festividades con moderación y encontrar un equilibrio que te permita celebrar sin caer en excesos que puedan afectar tu bienestar. Es crucial recordar que disfrutar de la comida no significa entregarte a hábitos poco saludables. Encuentra la armonía adecuada para que tu diciembre sea tanto festivo como saludable. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá! Menos estrés y exigencia tras las festividades Abandona la presión de fijarte metas drásticas para el año nuevo. Al adoptar hábitos saludables ahora, te preparas para disfrutar las festividades con equilibrio y confianza, liberándote de la ansiedad de cambios extremos en enero. Este enfoque gradual te brinda la tranquilidad de no sentirte abrumado permitiéndote enfrentar el periodo post festivo sin estrés, sin pensamientos de compensación de excesos y con mayor capacidad de disfrute y bienestar. ¡Menos presión, más libertad para cuidarte! En definitiva, no pospongas tu bienestar hasta el 1 de enero. Comenzar ahora te proporciona la flexibilidad y el equilibrio necesarios durante este mes festivo. Establecer metas pequeñas pero alcanzables te permite avanzar de manera constante, allanando el camino hacia un estilo de vida saludable y sostenible. ¡Disfruta de las Navidades con plenitud y equilibrio! ¿Te ayudamos a lograrlo? Lorena Romo
Carbohidratos complejos vs. simples
Los alimentos se dividen en tres macronutrientes esenciales: proteínas, grasas y carbohidratos. En este post, nos centraremos en los últimos, también conocidos como hidratos de carbono o glúcidos. Aunque suelen tener una injusta mala fama en cuanto a objetivos de pérdida de grasa, la realidad, es que son fundamentales y una herramienta clave para poder rendir tanto en los entrenamientos como en tu día a día. Son nuestra principal de energía y el combustible más eficiente para nuestro cuerpo. Los carbohidratos, que se encuentran en una variedad de alimentos, pueden tener composiciones simples o complejas. A medida que nuestro cuerpo los descompone durante la digestión, se transforman en glucosa, una molécula fundamental para la producción de energía. Esta conversión es esencial para mantener un suministro constante de combustible para nuestras células y funciones corporales. Vamos a ver más en detalle cada tipo de carbohidrato y el concepto de índice glucémico. Carbohidratos complejos: Formados por largas cadenas de glucosa, como el almidón de las patatas, los carbohidratos complejos requieren más tiempo para metabolizarse, convirtiéndose gradualmente en glucosa. Esta complejidad se traduce en beneficios para la salud, como saciedad prolongada, control del aspecto y mejor gestión de ciertas enfermedades. Priorizar fuentes integrales de carbohidratos complejos, ricas en fibra, añade beneficios adicionales para la salud. Carbohidratos simples: Conocidos como azúcares simples, estos son moléculas de rápida absorción, como la glucosa, fructosa y sacarosa. Se descomponen rápidamente en el cuerpo, ofreciendo una fuente instantánea de energía. Aunque proporcionan un impulso rápido, su consumo excesivo puede contribuir a picos de glucosa en sangre, por lo que se recomienda moderar su ingesta para mantener un equilibrio nutricional. Importancia del índice glucémico La velocidad de absorción de un glúcido, medida por el índice glucémico, destaca la valía de los carbohidratos complejos al presentar un índice más bajo que los simples. Sin embargo, es crucial entender que este índice no determina la salud de un alimento de manera definitiva, ya que solo evalúa la velocidad de absorción de la glucosa, no la cantidad total de carbohidratos. La presencia de fibra en alimentos integrales actúa como moderador, suavizando los picos de glucosa y añadiendo beneficios adicionales. Una guía prática Carbohidratos complejos recomendados: Se incluyen en este grupo granos enteros como arroz, pasta, pan (preferiblemente integrales), quinoa, avena, legumbres, así como verduras y tubérculos. Carbohidratos simples en moderación: Aquí entran las frutas frescas y secas, productos lácteos como leche y yogures, y la miel. No recomendables, consumo ocasional: Zumos y bebidas azucaradas, así como bollería, dulces y productos similares. Concluyendo, el equilibrio consciente en la ingesta de carbohidratos es clave para nutrir nuestro cuerpo sabiamente y aprovechar su poder como fuente esencial de energía nutricional. Lorena Romo
Mindful eating: Mejora tu relación con la comida
Vivimos en un mundo acelerado, lleno de estímulos e información. Esto hace que a menudo perdamos la capacidad de saborear cada experiencia, especialmente a la hora de alimentarnos. ¿Cuántas veces devoramos nuestra comida entre reuniones o frente a pantallas? El acto de comer se vuelve mecánico. Aunque la vida nos exija a veces esa rapidez, el Mindful eating, arraigado al Mindfulness, surge como una pausa necesaria para recuperar la consciencia y la presencia en cada bocado. ¿Qué es exactamente el Mindful eating? Esta práctica implica prestar atención plena a la experiencia de comer, utilizando todos los sentidos. Consiste en estar completamente presente durante la comida, sin distracciones, para desarrollar una relación más consciente con la alimentación ¿Cuáles son sus beneficios? Regulación del apetito: Sintonización con las señales de saciedad de tu cuerpo. Reducción del estrés: Es el resultado de permitirte esa desconexión y alimentación relajada. Mejora de la digestión: Una masticación consciente y ralentizada nos ayuda a que la digestión sea más eficiente. Consciencia de hábitos alimenticios: Reconocimiento de nuestros hábitos y ajuste de patrones. Disfruta plenamente de la comida: Reconecta con el placer de comer. 10 claves para empezar a aplicarlo Come a bocados pequeños, mastica y ¡saborea! Nada de comer con prisa y engullendo. Identifica si tu hambre es real o emocional. Estar presente y sin distracciones, te ayudará a discernir. Sírvete en el plato la porción justa que vas a comer y repite si es necesario. No comas directamente del envase o recipiente. Suelta el cubierto entre bocado y bocado. Esto te ayudará a comer más lentamente, lo cual hará que seas más consciente cuando lleguen las señales de saciedad. ¿No te ocurre que cuando tardan mucho en traerte el segundo plato en el restaurante ya no tienes apetito? Estás saciado. Evita las distracciones. Apaga la tele, aparta el teléfono y sumérgete en el placer de la comida sin interferencias. No te obligues a dejar el plato vacío. Escucha a tu cuerpo deja de comer en cuanto estés satisfecho. Planea tus comidas y disfruta cocinando o simplemente preparándolas. Reflexiona antes de comer sobre cuál es tu estado de ánimo en el momento (nervioso, ansioso, alegre, triste, etc.). Te ayudará a ser consciente, a tomar mejores decisiones con la comida. No esperes a tener un hambre voraz que te haga comer de forma impulsiva, rápida y ansiosa. Intenta llegar a las comidas con un apetito moderado. Cuida tu entorno: Crea un espacio agradable para nutrirte con atención plena. Ya sea utilizando un plato o un mantel bonito, cuidando el orden y el ruido visual del lugar. ¡Espero que te animes a tomar consciencia y a experimentarlo en tu día a día! Lorena Romo
Qué es el NEAT y cómo puede ayudarte a perder peso
En este artículo, entenderemos mejor el concepto de NEAT (Non-Exercise Activity Thermogenesis o Termogénesis no asociada al ejercicio) y veremos estrategias prácticas para incrementar tu actividad diaria de forma inconsciente. Pero primero, hablemos de la importancia de mantener un estilo de vida activo, más allá de tus sesiones de entrenamiento. La importancia de un estilo de vida activo Entrenar, ya sea en casa o en gym, es esencial, pero no debería ser el único momento en el que te muevas. Un estilo de vida activo se caracteriza por una constante actividad física a lo largo del día. Esto nos aporta numerosos beneficios que van más allá de mejorar la condición física. Un estilo de vida activo aumenta nuestros niveles de energía a lo largo del día, mejora nuestro estado anímico y optimiza nuestro metabolismo. El NEAT Aquí es donde entra en juego el NEAT. Comprende todas las calorías que quemas en actividades diarias no relacionadas con el ejercicio planificado como tal. Consiste en incorporar más movimiento a tu día, más allá de tu sesión en el gimnasio, lo cual maximiza la quema de calorías e impacta positivamente en tu salud general. Estrategias para aumentar el NEAT Llamadas y audios en movimiento: Tanto si eres de las que les gusta hablar por teléfono como si eres más de audios, aprovecha para hacerlo mientras das un paseo o te mueves por casa. Tareas del hogar con alegría: Acompaña las tareas domésticas con música. La energía positiva que obtienes al bailar y escuchar tus canciones favoritas mientras limpias o ordenas la casa, no solo mejora tu estado de ánimo para afrontar esta tarea que a pocos nos gusta, sino que estás contribuyendo a un aumenta tu NEAT. Aparcamiento estratégico: Si aparcas en la calle, intenta optar por estacionar tu vehículo a unas calles de casa, de forma que te obligues a dar un buen paseo tanto a la ida como a la vuelta. Paradas intencionadas: Si utilizas el transporte público, intenta ir con algo más de tiempo y considera bajar una o dos paradas antes. Aprovecha cada caminata: Caminar, es un ejercicio subestimado y muy saludable. Aprovecha cada oportunidad, ir a la farmacia, supermercado, dar un paseo largo a tu mascota, escuchar podcasts etc. Esperas activas: Utiliza momentos como esperar a que se haga la comida en el airfryer/horno/microondas o a que se tueste el pan, para realizar ejercicios simples como pueden ser sentadillas, abdominales, o el que más te guste y puedas realizar de forma sencilla. ¡Esto es ideal para los más impacientes, ya que se pasa mucho más rápida la espera! Escaleras, tus mejores amigas: Un clásico, cuando tengas la opción, elige siempre las escaleras en lugar del ascensor. ¿Te gusta bailar? ¡A Disfrutar! Si te encanta bailar, ¡adelante! Ya sea en pista de baile o en entorno nocturno o en ese cuanto solo ten cuidado con las copitas de más. Y muy importante, cada paso cuenta. No te sometas a la presión del «todo o nada», si un día no puedes entrenar o te mueves menos, no pasa nada. Lo importante es que este estilo de vida más activo se convierta en un hábito que incorpores sin darte cuenta. Rompe con la mentalidad extrema y valora cada mejora, por mínima que sea. ¡Espero que estas estrategias te resulten útiles y encuentres las tuyas propias, recuerda que toda excusa es buena para moverse! Lorena Romo