8 enero, 2020

Nos situamos en el centro de las dos poleas altas. Cogemos ambas poleas con los brazos contrarios, de manera que queden cruzadas (formando una X). Abrimos los brazos por completo y volvemos a la posición inicial lentamente. Para que las cuerdas no te molesten en la cara puedes dar un paso hacía delante. Controla el movimiento y hazlo muy concentrado.